Creo en la fuerza de tu mente brillante y ojos amorosos, confío en tus palabras tan llenas de ilusiones y esperanzas, creo en el hijo de tu vientre y en tu amor incondicional por la vida.
Veo crecer en tus manos de tierra tu alegría y también veo tus pies anclarse en un suelo aún blando.
Te siento quizá diferente, te siento crecer y yo misma quedo sorprendida ante tu belleza de mujer.
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