-Por qué, con tus encantamientos infernales, me has arrancado
a la tranquilidad de mi primera vida... El sol y la luna brillaban
para mí sin artificio: me despertaba entre apasible pensamientos,
y al amanecer plegaba mis hojas para hacer mis oraciones. No veía
nada de malo, pues no tenía ojos; no escuchaba nada de malo,
pues no tenía oídos; ¡pero me vengaré!
Discurso de la mandrágora
en Isabel de Egipto, de ACHIM VON ARNIM
Tú y tu sol invernal,
tus calles enmudecidas,
drogadas por tu mediocre remedio contra la rebeldía.
Te recorro con mis pies de niña,
te busco solitaria,
y el árbol no está vivo,
ni tus nochebuenas,
tampoco los niños descalsos.
Tú y tu viento sucio,
las nubes que cubren el azul y el día,
el perfume virulento de tus mitos y fantasías.
El agua no es un espejo cristalino,
el agua no refresca,
los patos nadan en motones de nada verde,
y no eres tú la que has cambiado.
Tú y tu luna vieja,
el cielo negro que no deja de mostrar formas,
las estrellas que gritan mi nombre.
El gato nunca fue negro,
la flor jamás vivió,
yo no respiro,
me respiras;
no me tengo,
tú me tienes.
Y cuando llegue la tormenta, ni tú ni yo quedaremos,
se quedarán la flor y su gato,
tan muertos y coloridos el uno como el otro.
Ay sí, ¿no?
ResponderEliminarQué mala ondis.
You gotta hold on, hold on through the night
ResponderEliminarHang on, things will be all right
Even when it?s dark
And not a bit of sparkling
Sing-song sunshine from above
Spreading rays of sunny love
-Hang on little tomato, Pink Martini.