Vi pasar a la misma mujer con su velo dorado bajo mi ventana cuando me dedicaba a dormir y no a pensar que volvía a soñar con tus ojos buscándome entre la multitud de ojos que me criticaban y una vez más sentí que despertaba en el interior de mi cuerpo rendido gracias al sonido siempre nuevo de tu voz muda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar