martes, 22 de diciembre de 2009

Fragmento

Una noche quise hacerle el amor al sueño, dejarlo simplemente con sus pesadillas y tomar de su lengua todas mis fantasías. Deseaba sentirlo decrecer entre mis piernas y ahogarse en mis brazos. Quería desbaratarlo y dejar sobre la cama sus pedazos inútiles, completamente rotos.
Y esa noche te vi teniendo sucio sexo con ese sueño que con tanto cuidado había contemplado destruir. Ahora dormimos como un par de ociosos, para matar el tiempo.

martes, 1 de diciembre de 2009

Alicia

-"What do you mean by that?" said the Caterpillar, sternly.
"Explain yourself!"
-"I can´t explain myself, I´m afraid, Sir", said Alice,
"because I´m not myself, you see."
-"I don´t see," said the Caterpillar.
-"I´m afraid I ca´n´t put it any more clearly," Alice replied, very politely,
"for I ca´n´t understand it myself, to begin with;
and beig so many different sizes in a day is very confusing."
Le dijo que la lluvia la había maltratado un poco, pero que en el fondo seguía siendo la misma de siempre. Y al decirlo no podía darse cuenta de que eso era lo que más temía que en el fondo fueran lo mismo. El espejo le daba la espalda y su retrato se peinaba como si no quisiera verla a los ojos. Pero eso no le bastaba a Alicia, ella quería re-conocerse. Así que siguió preguntando; le inquietaba su reciente afición por tropezarse siempre que veía algún animal correr, no por el animal, ni por sus raspaduras, sino por la reciente mutación de su torpeza. Consideraba que a ciertas personas les sentaba bien tropezarse o caerse, incluso lastimarse la mano de vez en cuando en algunas mujeres era estético. Pero sus caídas no lo eran y hubiera querido tener el andar perfecto de las niñas del campo, hubiera querido ser otra, o dejar de ser la misma, o ser la misma también por fuera.
Le informó que sus caídas eran graciosas y la llenaban de alegría, Alicia se sentía humillada, y su acompañante no lo sabía, una vez más pensaba hacerla feliz. Pero el problema, y es que ninguna de las dos lo podía ver, era que Alicia había vuelto a casa pensando que la imagen del espejo finalmente voltearía para verla. Volver es una metáfora, única verdad que yo he aprendido. Revolver las experiencias anteriores con las presentes y pensar que en el fondo "antes" y "ahora" son lo mismo para todo futuro. Y que Alicia no es "grácil" como un cisne, ni su compañera tan "amiga" como lo pensaba. Y que la narradora no es tan "lista" ni tan tonta como para no darse cuenta de que todo esto al lector no le dice nada.
Ofendida Alicia insistía en iden-tifi-carse. La compañera, que en realidad sólo buscaba evadir sus propias preguntas acerca de su identidad(bis), le dijo que no era precisamente bella, ni inteligente, ni hábil, ni chistosa, ni aburrida, ni enojona, ni simpática, ni amargada como la mayoría de las estudiantes; pero que tenía un encanto más allá de todo eso que solía encantarle a los hombres. Y Alicia no supo qué pensar cuando surgieron los hombres en la conversación, en primer lugar porque siempre les tenía un poco de miedo y por otro lado porque ella era la única con pareja en la época. Su compañera, por primera vez había dicho algo sospechando el efecto que causaría en su "amiga", lo del novio todas lo sabían. Creían que lo de Alicia era una de esas historias de amor en las que todos los paisajes son campos extensos con flores amarillas y cabe una atrevida flor morada cada cuatrocientos metros. Nada más alejado del mundo de Alicia, que pensaba como alguna otra ficción que el amor debía de ser algo más que esta paz... (o algo así). Alicia no podía dejar de pensar-se como la negación de todo atributo e incluso de toda negación, imaginaba que su imagen en el espejo no era más que la sombra de algún aire de canela o de vainilla. Y Alicia sabía que la iden--dad no era un perchero (cosa de empiristas) sino un algo al cual se le atribuían otros algos (obra de los realistas), pero esa jerga intelectual no significaba más que los idiomas muertos y jamás traducidos que descansan ahora en el fondo del mar de Oceanía.
Lo único que podía entender era que su imagen era aire y que ese aire sólo una persona podía respirarlo y que no era casual que así fuera.
-Sólo soy aire, sólo soy canela, sólo soy vainilla, sólo soy, soy y tú no, pero él sí y ellas tampoco y yo...aire-